Compresas curativas de aceite de ricino:
- Aceite de ricino.
- 1 pedazo de franela de lana o algodón.
- Plástico para cubrir.
- 1 cobija o cojín eléctrico.
- 1 toalla.
- Aceite de ricino.
- 1 pedazo de franela de lana o algodón.
- Plástico para cubrir.
- 1 cobija o cojín eléctrico.
- 1 toalla.
El modo correcto para realizar estas compresas, es muy sencillo:
1. Dobla la franela de acuerdo al tamaño de la zona a tratar y empápala con aceite de ricino.
2. Coloca la franela sobre la zona.
3. Cubre con el plástico.
4. Tapa con la toalla.
5. Coloca la cobija o el cojín eléctrico sobre la toalla a una temperatura media.
6. Déjalo de media hora a hora y media (dependiendo de la gravedad de la lesión), durante tres días seguidos.
1. Dobla la franela de acuerdo al tamaño de la zona a tratar y empápala con aceite de ricino.
2. Coloca la franela sobre la zona.
3. Cubre con el plástico.
4. Tapa con la toalla.
5. Coloca la cobija o el cojín eléctrico sobre la toalla a una temperatura media.
6. Déjalo de media hora a hora y media (dependiendo de la gravedad de la lesión), durante tres días seguidos.
El contacto del calor de la piel con el aceite de ricino permite que éste penetre por los poros, introduciéndose al torrente sanguíneo y a la linfa, limpiándola y liberándola de todas las toxinas; al no tener otras cosas en qué ocuparse, nuestro organismo se dedica a regenerar la lesión.
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